Superar en cinco encuentros a los Yankees de Nueva York dio a los Dodgers de Los Angeles su octavo anillo de Serie Mundial, y el séptimo desde que la poderosa franquicia hace vida en Hollywood.
En consecuencia y como es habitual, la novena californiana realizó este viernes un desfile de celebración por las calles del centro de Los Angeles, previo disfrutar de una ceremonia de festejos en el propio Dodger Stadium.
Shohei Ohtani, Freddie Freeman y Mookie Betts encabezaron al grupo de jugadores de los Dodgers que junto a familiares y personal del club llenaron los siete autobuses que se pasearon alrededor de los sitios más emblemáticos de la ciudad, mientras que el manager Dave Roberts levantó en varias ocasiones frente a los más de 150 mil fanáticos el trofeo de campeón de MLB.
La escuadra azul superó a los Yankees en los Juegos 1, 2, 3 y 5, incluyendo una remontada épica en este último, para lograr su segundo anillo de Serie Mundial desde 2020, y privar a la organización neoyorquina de alzar su primer título global en 15 años.
Asimismo, lo nuevos monarcas de las mayores celebraron al ritmo del famoso rapero Ice Cube en el acto final del día en Dodger Stadium.
En plena caravana, el MVP de este Clásico de Otoño reveló a ESPN que actuó durante toda la postemporada con una costilla rota.
“Me entregué al juego, al campo”, señaló Freeman, dueño de la cifra récord de 12 empujadas, aunado a pegar jonrón en los primeros cuatro desafíos frente a Nueva York. “Hice todo lo que pude para entrar a ese terreno, y es por eso que esto es realmente dulce. Estoy orgulloso del hecho de que di todo lo que pude por este equipo y lo dejé todo allí”.
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