A todos nos pasa que hay momentos que no importa el pasar de los años se nos han quedado grabado en nuestra mente a lo largo de nuestras vidas. Hay muchos de esos que como un ‘flash’ inmediato viene a la memoria ese lugar e instante que vivimos en un instante.
Hay estampas que no importa el pasar de los calendarios por esas cosas de la vida no se nos relega nunca. El día, 11 de Septiembre del 2001.
Veinte años atrás ese día los Estados Unidos de América sufrió el peor ataque terrorista de su historia. Aviones que ultimaron en la destrucción de las Torres Gemelas del World Trade Center en la ciudad de Nueva York y parte del Pentágono en la ciudad capital de Washington. Todos producto por aviones de pasajeros que fueron secuestrados. Otros murieron en un avión que se estrelló en un campo de Pennsylvania que hoy se evidencia su intención era estrellarse contra el Capitolio federal en el Distrito de Columbia. Un día aterrador que ciertamente para muchos ese día sus planes cambiaron drásticamente.
Cada cual con su recuerdo del 11 de Septiembre veinte después. Como residente de la Ciudad del Sol y cronista de los Marlins de Florida ese día era para noche de guante y bate en el Pro Player Stadium. Los Marlins dirigidos por Tany Pérez recibían la visita de los Expos de Montreal. El conjunto floridiano estaba ya fuera de contienda en cuarto lugar en su banderín del este en el circuito nacional. Solamente era jugar las últimas tres semanas del itinerario regular. Pelota no se jugó.
Hoy es hoy y ciertamente si volvemos a visitar aquel entonces quedo a un lado el deporte pero justo y necesario la vida volvió a su ruta con todavía no olvidadas aquellas icónicas imágenes del primer partido en la ciudad de Nueva York donde los Mets recibían la visita de los Bravos de Atlanta día. Seis días tomó que el béisbol mayor regresará a acción después que por solo tercera ocasión en la historia las Grandes Ligas tuviese que cancelar partidos por un evento en especifico. Sus dos anteriores fueron por la primera y segunda guerras mundiales. Por un pedido del Presidente George W. Bush se reanudó la acción en los diamantes.
En el caso de los Marlins regresaron a juego en Montreal y recordamos que ese partido frente a los Expos en terruño canadiense obtuvo la victoria el boricua Ricky Bones. Después el calendario tomo su camino y quedan en la memoria aquellas para no olvidar como aquel corrido de Sammy Sosa con una bandera de los Estados Unidos en el primer partido de sus Cachorros celebrado en Wrigley Field en Chicago frente a los Astros de Houston.
Entre memorias de esa novena era el comienzo de muchas buenas con cuadro interior compuesto por Derek Lee, Luis Castillo, Mike Lowell y Alex González. Entre lanzadores justo una semana antes del día 11 había debutado frente a los Cachorros de Chicago uno a ser grande más adelante para esa franquicia. El lanzador Josh Beckett. Dos años después todos grandes piezas del reinado mundial de los Marlins del 2003.
No fue hasta finales del mes de Octubre que muchas penas se disiparon un poco sobretodo en la sufrida Ciudad de la Gran Manzana. Sus Yankees de Nueva York llegaron hasta la Serie Mundial pero cayeron en uno de esos majestuosos clásicos en el séptimo partido ante los eventuales monarcas Cascabeles de Arizona.
Las causas y efectos de aquel día todavía conviven con nosotros. En cuanto al béisbol este fue una vez más antídoto de un momento difícil que heridas existen. El 11 de Septiembre será como pedido por muchos sea un feriado de honor. Más el tiempo nos dirá.
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