Carlos Correa listo para guiar a los Mellizos de vuelta a la postemporada

FORT MYERS, Florida.─ Los problemas en el pie derecho del puertorriqueño Carlos Correa parecen ser un recuerdo lejano. El martes, el torpedero de los Mellizos cumplió con todo lo que tenía programado en el complejo deportivo Lee Health.

Correa se mostró tan fluido como siempre, fildeando roletazos y realizando tiros perfectos a la inicial. Un poco más tarde, realizó prácticas de bateo antes de participar en una sesión de práctica en vivo.

“Me he sentido muy bien”, aseguró Correa. “Ya me conocen. Cuando tienes ese tipo de lesiones en el pie, tienes que enfocarte todos los días en la temporada muerta para recuperarte, hablando con los médicos. Vi a mucha gente… pero encontramos los ingredientes adecuados para solucionarlo. Estoy en una muy buena posición ahora mismo”.

Durante los primeros dos días de entrenamientos con el equipo completo, el piloto Rocco Baldelli incluso había olvidado que Correa sufrió fascitis plantar en el pie derecho, algo que causa un dolor extremo en el talón. Así de bien se ha visto el experimentado torpedero esta primavera.

“El hecho de que ni siquiera lo tenga en mente probablemente dice mucho. [Correa] está en un gran estado físico”, comentó Baldelli. “Creo que es uno de esos muchachos que simplemente aman el béisbol, aman estar en el estadio y disfrutan del trabajo que implica el béisbol”.

Según Correa, el dolor en el talón no desapareció hasta el mes pasado. No sólo recibió tratamiento, sino que tuvo que fortalecer otras áreas cercanas al talón.

“Se trata de fortalecerlo y mantener la cadena cinética suelta. No es sólo la fascia plantar”, explicó Correa. “También tengo que cuidar el tendón de Aquiles, la pantorrilla, el muslo y todo lo demás a lo largo de la cadena. Es algo en lo que me estoy enfocando. Tomó mucho tiempo, dinero y esfuerzo, pero al mismo tiempo, quiero estar en el terreno todos los días este año. Ojalá pueda jugar una temporada completa y ver a dónde nos lleva eso”.

Durante la mayor parte de la segunda mitad de la campaña pasada, Correa no pudo realizar actividades de béisbol debido a la lesión en el talón. Cuando el boricua ingresó a la lista de lesionados de 10 días el 20 de julio, estaba teniendo una temporada digna del Juego de Estrellas, con una línea ofensiva de .308/.377/.520, 13 jonrones y 47 carreras impulsadas antes de la pausa del Clásico de Media Temporada. Hasta el día de hoy, no sabe exactamente cómo se lesionó el pie.

Para cuando Correa volvió a la acción el 14 de septiembre, los Mellizos estaban al borde del colapso. En agosto, estaban luchando con los Guardianes, Reales y Tigres por un puesto en la postemporada. Sin embargo, tras tener marca de 9-18 en septiembre, Minnesota quedó eliminado, mientras que esos otros tres equipos de la División Central de la Liga Americana jugaron en octubre.

Para Correa, fue difícil ver a su equipo en septiembre.

“Hubo muchas cosas que se pudieron haber hecho de manera diferente, y eso lo hablamos internamente. No vamos a hablar de eso públicamente”, expresó Correa. “Fue duro vernos derrumbarnos al final de la temporada cuando habíamos jugado tan bien en la primera mitad. Estamos corrigiendo esos errores. Ojalá podamos mantener durante toda la campaña lo que hicimos en la primera mitad”.

Correa ya ha notado un cambio en el clubhouse y en el terreno, gracias a Baldelli.

“Nuestro campamento ha sido muy estructurado este año”, señaló Correa. “[Baldelli] armó un gran plan para que estemos más organizados, más unidos, funcionando como un equipo. Eso lo valoro mucho. Es el tipo de trabajo que me gusta.

“Está estructurado así, porque ahora hay cosas que son obligatorias dentro de lo que él está implementando. Cuando le dices a los muchachos que se preparen para el juego, siempre elegirán el camino más fácil para hacerlo, pero eso no es lo que te prepara para jugar 162 partidos. Ahora, con esta estructura, todos tienen que salir al terreno. Todos tienen que ir a la práctica de bateo. Todos tienen que fildear rodados. Todos tienen que correr todos los días, porque eso nos empuja a todos. Y eso es exactamente lo que necesitamos en este equipo”.

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Al final de la venidera campaña, Correa quiere añadir más a su legado. Quiere ayudar a los Mellizos a ganar su primera Serie Mundial desde 1991.

“Eso ha sido mi sueño desde que llegué aquí”, afirmó. “No creo que estemos muy lejos de lograrlo. Hay grandes equipos como los Dodgers. Pero al final del día, cuando comienzan los playoffs, no siempre gana el mejor equipo en el papel, sino el que mejor juega.

“Lo que estamos tratando de construir es un equipo que juegue una gran defensa, que tenga un buen pitcheo y que en la ofensiva… sabemos lo que podemos hacer cuando estamos todos en la alineación. Si podemos ganar una Serie Mundial, eso me haría muy feliz y consolidaría mi legado como campeón con dos organizaciones diferentes [los Astros fueron la otra]. Ése es mi sueño en este momento. Es mi propósito y lo que me motiva cada mañana para levantarme y trabajar”.

Con información de Bill Ladson/MLB.com